martes, 13 de enero de 2009

Vertientes de la Política Social

La política social se integra con vertientes partes integrantes que permiten su diseño y desarrollo de forma ordenada y direccionada, mismas que se presentan a continuación:

a) Vertiente Socio-económica.

Este componente de la política social está relacionado principalmente con los ámbitos de la generación de empleo productivo, promoción e inserción laboral, capacitación para el trabajo y con las acciones vinculadas con las políticas salariales. En este caso, la vertiente socio-económica reconocerá la intención de convertir al desempleado de una sociedad en trabajador asalariado, para de esa forma otorgarle capacidad de ahorro y de consumo, y por otra parte integrarlo a los sistemas de seguridad social. (Laurell, 1996)

Asimismo, esta vertiente busca fortalecer y dar permanencia a los servicios sociales e incrementar los niveles salariales de la población trabajadora, por lo que guarda una estrecha relación con todos los procedimientos productivos, autogestivos y organizativos necesarios para incrementar los niveles socio-económicos de los distintos sectores de la población: iniciativas cooperativas, microempresas y propuestas de economía popular o solidaria. Es importante mencionar que esta vertiente es considerada como el brazo articulador de la política social con la política económica.

b) Vertiente de servicios-beneficios sociales.

Esta vertiente es una de las más tradicionales dentro de la política social y está relacionada con la posibilidad de abrir espacios institucionales de lo social y ampliar el acceso a servicios sociales y para la obtención permanente y sistemática de beneficios relacionados con diversas áreas de lo social: educación, salud, vivienda, seguridad social, alimentación, cultura, entre otros. (Laurell, 1996)

Es importante entender que esta vertiente puede tener dos dimensiones socio-políticas, por una parte, cuando se ubican a los servicios-beneficios sociales como medios para el logro de ciertos objetivos, o por otro lado, cuando los servicios y beneficios son fines para elevar las condiciones de vida de la población.

c) Vertiente de la generación de capacidades y fuentes de bienestar

Esta vertiente, que se ha desarrollado en los últimos años dentro del pensamiento crítico y alternativo de la política social, básicamente hace referencia a la necesidad de ampliar la agencia o la capacidad de acción-reflexión-solución de los individuos colectivos, para convertirlos en actores o sujetos sociales plenos, a través de la creación de oportunidades reales para generar, fortalecer y potenciar capacidades, titularidades o fuentes de bienestar que permitan funcionamientos autónomos y estratégicos dentro de los entornos sociales.

En este caso, la política social buscaría promover fortalezas y potencialidades de los grupos sociales para la búsqueda de la elevación del nivel de vida social. (Sen, 2000)

d) Vertiente Asistencial

Esta vertiente es una de las más tradicionales y dominantes en la forma de hacer política social. Su sustento es aportar apoyos y beneficios materiales, sociales o monetarios emergentes, generalmente de corto plazo y discontinuos que permiten reforzar las anteriores vertientes. Es decir, se integra con las acciones sociales compensatorias para los desempleados, trabajadores informales y para aquellos sectores de la población vulnerable que tienen acceso limitado a los servicios-beneficios sociales.

Esta vertiente también puede entenderse a partir de dos variantes o dimensiones socio-políticas, por una parte, es vista como un medio o instrumento para el logro de otros objetivos de desarrollo social más integrales y estructurales, o por otro lado, simplemente se puede considerar como fin en sí mismo, con lo cual lo asistencial pasa a ser asistencialista. (Evangelista, 1996a)

e) Vertiente de Participación y Organización Social.

Esta vertiente es muy importante dentro de la política social, aún cuando la mayoría de las veces no se tome como una parte esencial de ella. Está relacionada con los lineamientos estratégicos que permiten promover la participación social y generar mecanismos permanentes de organización entre los beneficiarios de las acciones y programas sociales. En este sentido, toda política social lleva implícita la definición de lineamientos y el desarrollo de acciones orientadas a lo socio-económico, a promover servicios- beneficios sociales y a diseñar formulaciones de tipo asistencial y promocional, pero fundamentalmente, debe servir como marco de referencia y como base operativa para potenciar organización y para promover participación social. Junto a la planeación, apoyo y gestión de lo social, las políticas sociales deben fomentar como prioridad, la creación y fortalecimiento de espacios educativos horizontales y democráticos, que desemboquen en procesos organizativos y de participación social libre, autónoma y consciente.

De acuerdo a lo anteriormente planteado, es indispensable entender que la generación de la política social tiene una relación determinante con la estructura y la complejidad política, la correlación de fuerzas sociales, la movilidad y la participación social, la heterogeneidad socio-cultural y con las formas de articulación con el exterior que se generen en cada realidad social. Por eso, esos mismos aspectos delimitarán las orientaciones y las prioridades de determinada vertiente de la política social. Es decir, los aspectos antes mencionados generarán la tensión de las orientaciones y la priorización de determinada vertiente en detrimento de otras.

Asimismo, es necesario mencionar que las vertientes de la política social se traducen en medios estatales y civiles indispensables para brindar servicios, beneficios sociales y para desarrollar acciones necesarias para la elevación de la calidad de vida social, pero, desde una perspectiva crítica, la Política Social se concibe como un cauce que permite generar procesos de toma de conciencia y de organización social necesarios para la elevación del nivel de vida. Por ello, la definición y el desarrollo de políticas sociales contienen acciones profesionales, técnicas, neutrales o instrumentalistas, pero también son medios y fines para buscar la transformación social positiva y progresiva.

ü La política social no solo hay que entenderla como un intento de corregir o compensar la desigualdad que produce el mercado en la distribución de recursos, pues también es una intervención generadora y moduladora de la propia desigualdad.
ü Una política social puede influir una configuración esférica de una actividad, de varias o de todas ellas, y lo hace directa o indirectamente. Pudiendo tener un impacto en la asociativa y afectando a la esfera estatal promoviendo mas regulación al respecto.
ü Hemos visto que la política social puede afectar otros niveles en los que se ha conceptualizado la estructura social como por ejemplo la estructura e intensidad de un eje de desigualdad, y sobre el surgimiento y la organización de actores colectivos
ü La política social intenta alterar los flujos de recursos de bienestar entre los sectores, mediante procedimientos de mercantilización o desmercantilización, estatilización o desestatilización, familiarización o desfamiliarización y comunitarización o descomunitarización.
ü Además de dar forma y regular la importancia relativa de las esferas, la p.s. incide mediante procesos de larga duración en la constitución de los ejes de desigualdad.
ü Las leyes constitucionales son los principios fundamentales que organizan el marco general de derechos y deberes y por tanto, una distribución primaria de la desigualdad social.
ü La influencia de la política social puede notarse también en la emergencia y organización de los actores colectivos de diversas formas: * contribuyendo a crear nuevos actores, o destituir algunos de los ya existentes, *incrementando o disminuyendo su capacidad de organización, su grado de institucionalizacion, su homogeneidad interna, etc., *movilizando o desmovilizando a determinados actores.

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